Y el todo va entre comillas porque no es una cantidad de cosas que te caes de espalda. Es lo poco que teníamos y lo que entró con amor en el golcito con el asiento de atrás rebatido.
Eso blanco que ven ahí no es un microondas, es un hornito eléctrico que se retobó y no quería entrar en el hueco correspondiente (ese de abajo de las hornallas). Pero lo pusimos a dieta con el personal trainer Osky y finalmente entro (con vaselina).
Y, si. Estuvimos la primer semana durmiendo en el piso hasta que llegó The master of the Somiers, pero eso ya es otro post.
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